Ya sea en la comodidad del baño de su hogar o cruzando la cordillera de Los Andes junto a un grupo de arrieros, Amaro Gómez-Pablos está obligado a cumplir con su rutina mañanera que incluye una buena ducha antes que cualquier cosa.

Ante la imposibilidad de encontrar una mejor opción, Amaro tomó lo que le entregó la naturaleza en ese momento y no tuvo más remedio que bañarse en las gélidad aguas cordilleranas.