Charity Pierce tenía 39 años y pesaba 353 kilos cuando decidió participar del programa Kilos Mortales. La mujer fue una de las pacientes más grandes que tuvo el doctor Younan Nowzaradan, y se vio obligada a tomar la decisión de perder peso ya que su vida corría peligro.

Aunque la gran preocupación de Charity era bajar de peso, también su inquietud se enfocaba en la salud de su hija, temiendo que la menor podría ser una adicta a la comida igual que ella. "Sé lo que significa ser muy pesado para hacer algo y no quiero que ella llegue a ese extremo. No quiero que ella ponga en peligro su salud", aseguró Charity en el programa.

¿Quieres saber cómo termina esta historia?  

Revisa a continuación el nuevo capítulo de Kilos Mortales.