Desafió al panel y ellos aceptaron. Simón Oliveros creyó que comer ají por segunda vez en un despacho no le traería problemas pero ¡Se equivocó! El periodista le prometió a sus compañeros que al final del móvil probaría repetiría su gran hazaña pero que esta vez nada pasaría, y... Le salió el tiro por la culata ¡Mira!