Leonor no entendía por qué su mamá la llamaba. Al llegar al apartamento le dijo que sacara el cuadro que había pintado de Rodolfo desnudo. Sin embargo, Nora no recordaba que ella había hecho la pintura. Su hija no podía creer que la memoria de su madre estaba fallando y vio con tristeza que no podía recordar la fecha ni la hora de ese día. 

Octavio le dijo que podía ser una demencia senil, pero es cada vez más claro que Nora no puede ocultar la enfermedad que le aqueja.