Betül finalmente se quitó la venda de los ojos y vio el verdadero rostro de Cemil, luego de que su madre le contara que el hombre de sus sueños había abusado de Iffet en la boda de Serpil. Al principio, ella no quería creer en las palabras de su progenitora, pero cuando ató los cabos sueltos de la historia, se dio cuenta quien era realmente su esposo y corrió detrás de Iffet para rogar su perdón.

A pesar de que no recuperó la antigua amistad con su vecina, sus palabras y sollozos hicieron efecto, por lo que ambas se abrazaron bajo la lluvia e hicieron las paces. Además, le señaló que se divorciaría de aquel hombre que tanto daño les hizo y que destruyó su relación. 

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