Rubito tomó en sus manos las riendas de la mafia en las calles y pondrá en grave peligro a su principal amenaza: la oficial Jeiza.
Silvana le pedirá ayuda a Caio para que Eurico recapacite y vuelva a estar junto a ella. Vive una fuerte lucha contra la adicción al juego y su obsesión ha puesto en riesgo a su familia.
Bibi sospecha de que Rubito la esté engañando y dará vuelta el mundo para encontrar a quien estaría ingresando a su sitio.