Miguel quería matar a dos pájaros de un tiro. Por una parte encontró un hogar para Lucy, un lugar que necesitaba financiamiento del cuál, seguramente, él se hará cargo. Para su suerte, el hogar necesitaba a una asistente social y con mucha alegría le dijo a Pascuala que tomara el trabajo para que no se fuera. Pero, al parecer, Pascuala tiene todas las intenciones en irse a Punta Arenas y no quiere recibir ayuda de nadie más.