Domingo es un empresario, simpático y muy trabajador, aunque a veces demasiado generoso. Por lo mismo, es que su familia se ha convertido en una tropa de chupasangres que le piden todo tipo de cosas, porque saben que él siempre dirá que sí. Pero ya está cansado de las superficialidades y requerimientos de su esposa, hijos y hasta de su hermana, por lo que decidirá romper con todo: se acabaron las tarjetas de créditos, los montos excesivos para satisfacer nimiedades y las mesadas abultadas.