El acuerdo que siempre tuvieron Eliana y Marco es que se iban a repartir en dos la plata que sacaran de la herencia que dejó Rafael, pero todo ello llegó a su fin luego de que Marco decidiera quedarse con Agustina. 

Marco no entiende el odio que siente Eliana en contra de Agustina y prefiere arreglárselas por sí mismo que estar amarrado a la sed de venganza de su "hermanita".