Es un hombre de afectos sinceros con los suyos. Optimista y sin miedo a nada, ha logrado darle a sus hijos un muy buen pasar dentro del pasaje Nueva Esperanza. Ama su barrio y no piensa cambiarse jamás. Se considera a sí mismo un dandi, y con el dinero que ha conseguido ha decorado su casa con artículos de última tecnología. Padre viudo de dos hijos, desde siempre los ha consentido en todo lo que ha podido malcriándolos y convirtiéndolos en sus príncipes al interior del pasaje.