Todo comenzó cuando se destapó una situación al límite. El cantante Luis Miguel se presentó por primera vez en San Luis, Argentina en noviembre de 2010. Después de 30 minutos de show, el artista mexicano se bajó molesto por problemas técnicos. En ese momento, el "Sol de México" decidió no regresar y dejar esperando a más de 18 mil personas. La productora a cargo se vio en la encrucijada de cómo resolver la situación sin el artista en el escenario.

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Andrés Urrustarazu fue el salvavidas que necesitaban ante la presión de continuar con el espectáculo. Un hombre de origen argentino idéntico al cantante mexicano, a quien el equipo de seguridad de Luis Miguel había contratado para despistar a la prensa y a las fanáticas.

En esa oportunidad, Urrustarazu se subió al escenario a terminar el concierto, cantando como el mexicano durante tres cuartos de hora. "Hay contrato de confidencialidad y mucho no puedo contar", señaló el doble de Luis Miguel, conocido como "Andrés Rey", en una entrevista con Cadena 3 Argentina. 

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Lo que declaró Andrés Rey a la prensa argentina se suman al desafortunado momento que vive Luis Miguel. En Acapulco, suspendió un recital tras apenas 40 minutos de su inicio, luego de que se quejara repetidamente de problemas con el audio. Solamente cantó siete canciones.

La figura de su doble argentino está desde hace 20 años. El imitador se dedica a hacer de Luis Miguel en eventos, matrimonios e incluso entrevistas.