La comunicadora audiovisual Camila Herrera confiesa que muchas veces se sintió acomplejada por tener "voz de niñita" y cuenta como anécdota que aún ahora cuando la llaman por teléfono de alguna tienda le piden hablar con un adulto "Es un complejo más, y bueno, yo le saqué partido", aseguró.
Y claro que lo aprovechó, ya que Camila es la voz de la pequeña Turna en "Madre, no hay una sola", la exitosa teleserie nocturna.
Foto: La Cuarta
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En una entrevista con el periódico La Cuarta, la actriz de doblaje se refirió a la experiencia de ser la voz de la pequeña "Melek/Turna" en la ficción, "La niña es súper buena actriz", comienza explicando, para luego agregar detalles del desafío: "Hay que intentar mantener su parte de niña, su dulzura, a pesar de que la teleserie es tan fuerte y que en cada capítulo lo pasa tan mal, fue complicado hacerlo pero entretenido".
La interprete de la frase "¡Mamá, mi mamita!" nació con osteogénesis imperfecta, enfermedad conocida como "huesos de cristal", razón por la que 26 de sus 28 años los vivió como paciente de la Teletón, lugar donde formó parte del coro y logró sus primeros contactos para doblajes.
"Participé en un disco y un joven que hacía la mezcla trabajaba en una empresa de doblaje y buscaban a alguien que tuviera voz de niña y que cantara", comenzando su carrera que profesionalizó con una beca en PROVOZ, una escuela de habilidades vocales.
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"La discapacidad es algo que vamos a llevar siempre, pero que no es un limitante, tenemos que tener más cuidado pero no es un límite", aseguró la voz de Turna.
