Hazel Dyson tenía 21 años cuando decidió bajar de peso por primera vez, pero no se trataba de una dieta para el verano ni mucho menos, si no que en ese entones la joven pesaba 143 kilos, nunca había tenido novio y era virgen. Realidad que Hazel quería cambiar a toda costa.
Sucede que la joven quiso darle un cambio radical a su vida por una razón muy particular, “No quería llegar a los 30 años sin haber experimentado lo que es el amor”, confesó en algunas entrevistas. De todas formas, también hubo motivos de salud, el médico de Hazel le reveló que si no bajaba de peso a tiempo habría que someterla a un implante de cadera.
Cansada de su estado solitario y de que sus compañeros la llamaran maciza y asquerosa, tomó la decisión y comenzó a luchar contra su obesidad. Hoy, con 27 años, Hazel pesa 63 kilos y se ha convertido en toda una belleza. Suele ser agasajada por hombres, quienes la cortejan por todos los medios posibles –tanto presencial como virtualmente-.
Si bien su objetivo se cumplió, pues conoció a un chico con el que estuvo 9 meses en una relación, hoy la joven está soltera pero más feliz que nunca. Hazel recuperó la confianza y sigue con la esperanza de encontrar a la persona correcta.
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Fuente: lapatilla.com
Foto: Metro.co.uk
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