María José Bello visitó la región de Arica y Parinacota, en donde formó parte de la recreación del asalto y toma del morro, un hecho considerado como una impresionante hazaña militar durante la Guerra del Pacífico. 

Luego, se atrevió a enfrentar las olas ariqueñas de la playa Chinchorro sobre una tabla de bodyboard, a pesar de su temor al mar. Después, visitó el mercado Colón para degustar la clásica copa Martínez. 

María José Bello continuó su viaje por la ciudad nortina y recorrió el tradicional Terminal Asoagro, que la dejó completamente maravillada con las cosas que pudo encontrar al interior de este mercado. 

Finalmente, se atrevió a volar por los cielos de Arica en parapente, se dirigió hasta el simbólico morro y esperó la condición del viento adecuada para lanzarse desde las alturas.

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