En Málaga, ciudad de España, Antonio Banderas dio inicio a un nuevo proyecto empresarial de la mano de amigos. El intérprete se convirtió en el accionista, aunque no mayoritario, de "El Pimpi de Málaga", restaurante emblemático de la ciudad y el favorito de la estrella.  

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Sin embargo, como es habitual en los negocios del actor de 57 años, su hermano, Francisco Javier Domínguez, será quien tome las decisiones sobre la empresa, al igual como lo ha hecho con el patrimonio de Banderas y su fundación. 

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Respecto al restaurante, éste fue creado en 1971 como una taberna de tapas y vinos. En la actualidad ha crecido a tal punto que es uno de los locales más amplios de la ciudad del sur de España y con una extensa terraza. Es conocida internacionalmente por situarse en el centro histórico de la ciudad natal del actor y cerca del Museo Picasso. Además mantienen una sala de barriles sobre la que diferentes celebridades han plasmado sus dedicatorias.

Este local sería una importante adquisición para el europeo, ya que según Sevilla.abc.es, se trataría del restaurante de cabecera del intérprete, lugar al que cada vez que está en Málaga, asiste con sus amigos, en familia o para ver a sus cercanos.