La princesa del pop se fue en picada en contra de los paparazzis y es que, aseguro sin filtro que éstas personas editan las fotos que le toman para hacer ver mucho más gorda. La polémica surgió luego que se difundieran imágenes de ella y su novio Sam Asghari en las playas de Miami, donde ella luce un diminuto bikini amarillo.
Con esto, Britney dio su versión de los hechos a través de su cuenta Instagram recalcando su molestia y donde además, prueba a morir que efectivamente manipulan las fotos que le toman de lejos. "Hola. Por favor, no me juzguen, salgo horrible. Nadie cuestiona si las fotos de los paparazzi son falsas o si han sido editadas y si, en consecuencia, las noticias son verdaderamente 'reales'. Es una conspiración contra mí. Ayer fui a nadar. Y en las fotos que me tomaron parece que peso 18 kilos más que hoy. Así estoy ahora, más flaca que un palo", señaló.
Pero esto no bastó ya que en el feed de la red social, la intérprete publicó varias fotos de ese día en un yate junto al amor de su vida, donde luce completamente fitness. ¿Quién tendrá la razón? Acá te dejamos ambas evidencias:
Ciudad Magazine
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